lunes, 11 de mayo de 2015

CACAXTLA



El nombre original del municipio fue Yancuitlalpan, que significa “en la tierra nueva”. El vocablo proviene de las raíces náhuatl yancuil que quiere decir nuevo o reciente, así como de tlalli que se traduce como tierra y la terminación pan, que significa en o sobre de.


Monumentos Históricos

Zona Arqueológica de Cacaxtla. Conocida mundialmente por la calidad de sus pinturas murales, Cacaxtla forma parte de un conjunto arqueológico excepcional al que se agregan Xochitécatl y San Miguel.
Fue en territorio tlaxcalteca donde hace cerca de tres décadas ocurrió uno de los descubrimientos más notables de México, en las cercanías del poblado de San Miguel del Milagro en el municipio de Nativitas, salió a la luz el conjunto palaciego y ritual de CACAXTLA (cacaxtli) “Lugar donde muere la lluvia en la tierra” con sus murales maravillosamente conservados, además de deidades de aspecto felino, de un águila y de una impactante batalla con gran realismo; hoy conocemos además un hombre alacrán asociado al culto de Venus y elementos que nos hablan de los ritos al agua y al maíz.

Zona Arqueológica Xochitécat. La zona esta construida por cuatro pirámides o basamentos: pirámide de las flores, edificio de la serpiente, la espiral y el basamento de los volcanes. La pirámide de las flores es la de mayores dimensiones y la que presenta la secuencia cultural más completa: desde el período formativo medio hasta la época colonial. Aportó el más alto índice y variedad de materiales: más de 30 entierros infantiles, uno sólo de individuo adulto y ricas ofrendas y esculturas.

Parroquia y Templo de Santa María. Esta construcción religiosa constituye sin duda, una de las más bellas del estado deTlaxcala, por la riqueza de sus elementos artísticos que la componen. Sin duda alguna, lo más bello en este templo son sus retablos barrocos, destacando el del altar mayor con pilastras estípites bañadas en oro, combinadas con interesantes pinturas de artistas de la época.

Parroquia Virgen de la Natividad.- Esta parroquia se construyó durante los siglos XVII y XVIII. Sus exteriores son de piedra aparente, incluyendo contrafuertes y arcos botareles, la fachada principal es aplanada con pintura color crema y portada de cantera con trabajos de rejunteo reciente.

Convento de Santa María Nativitas.- Fue fundada entre los años 1569 y 1570. De la iglesia franciscana de este lugar quedan unos cuantos murallones carcomidos por el tiempo y la rapiña. A juzgar por lo poco que queda, la iglesia debió de ser de buenas proporciones.

Templo de San Bernabé Aparicio.- La época de su construcción data del siglo XIX. Es de una sola nave y presenta todos sus exteriores de piedra aparente.

Templo de Santo Tomás.- Fue edificado en el siglo XX. Su fachada principal es de aplanado, los muros que sostienen estas instalaciones están hechos en piedra y tienen un espesor de 60 cms. La torre cuenta con campana de esquila fechada en 1800. Anteriormente esta capilla pertenecía a San Bernabé Capula.

Templo de Jesús de los Tres Caminos.- Este templo fue construido durante el siglo XIX. Su fachada principal es de aplanado y mosaico, los muros son de piedra y tienen un espesor de 1.20 mts.

Templo de San Miguel del Milagro.- El templo se fundó a raíz de la aparición del Arcángel Miguel al indígena Diego Lázaro de San Francisco, los días 25 de abril, 8 de mayo y 13 de noviembre de 1631. Este mismo año se construyó una capilla sobre el manantial, en el año de 1712 el obispo de Puebla, Pedro Nogales, mandó levantar una segunda capilla, que todavía permanece.
 - Foto por Russ Bowling/ Creative Commons
Hacienda San Antonio Michac.- Este inmueble fue construido en el siglo XIX. Actualmente, una de las trojes se utiliza como capilla con cubierta de lamina, la otra conserva únicamente muros. La zona posterior (poniente) del casco esta en las mismas condiciones. Los accesos en la fachada principal son de cantera (jambas, arcos, etc.), y algunos locales de la crujía frontal conservan viguería original y arcadas en el patio.

Hacienda Santa Agueda y Dolores.- Fue edificada durante el porfiriato y parte del siglo XX. El conjunto en general se encuentra en desuso, salvo el núcleo central que estaba dedicado a la lechería y manufacturas diversas.

Hacienda Santa Clara Atoyatenco.- Esta hacienda fue edificada durante el porfiriato y siglo XIX. La fachada principal es de tabique rojo aparente, los muros son mixtos, la cubierta es de viguería, el ancho de los muros es de 80 cms.

Hacienda Santa Elena.- Este inmueble fue construido durante los siglos XVIII y XIX. La hacienda conserva aún la casa grande a dos niveles, con elementos en buen estado, aunque algunas zonas están apuntaladas, así como el establo en la parte posterior.

Hacienda Segura Michac.- La época de construcción data del siglo XIX. La fachada principal de la hacienda es de aplanado, los muros son de piedra y adobe de un espesor de 60 cms.



Museos
Museo de sitio de Cacaxtla.- Cuenta con 240 piezas en exposición y pertenecen a la cultura Olmeca-Xicalanca que habito en la región entre los años 200 al 850 de nuestra era.

Museo de sitio de Xochitecatl.- Las piezas en exposición son fundamentalmente figurillas femeninas policromadas encontradas en ofrendas dedicadas a la fertilidad humana y agrícola.


TEOTIHUACÁN






Tan sólo 50 km al noreste de la Ciudad de México se encuentra Teotihuacan, la zona arqueológica más visitada del país. Se localiza en el Estado de México, dentro del municipio de San Juan Teotihuacan.

A pesar de su popularidad, la civilización teotihuacana permanece envuelta en misterio, pues se conoce relativamente poco acerca de la también llamada “Ciudad de los dioses” o “Lugar donde fueron hechos los dioses” (nombre otorgado por los mexicas al descubrir estas impactantes ruinas), pues fue abandonada y olvidada en el siglo VIII.

Aunque la etnia de sus pobladores, su nombre original y su estructura social se desconocen, datos como su etapa de mayor esplendor (siglos III y IV), su fundación (500 a.C., aproximadamente) y a lo que se dedicaban sus habitantes (el comercio, sobre todo) son sabidos gracias a los esfuerzos de restauración e investigación arqueológica. Éstos han permitido conocer que Teotihuacan fue el epicentro de una cultura extensa, que funcionó como parteaguas para el desarrollo político, económico, social y religioso de Mesoamérica.








PIRÁMIDE DEL SOL


Aunque al final de sus 63.5 metros de altura se piensa que había una especie de templo enorme, hoy en día la superficie de la estructura más grande de la zona está vacía, posibilitando así una maravillosa vista de 365 grados. Para llegar a la cumbre se necesita subir igual número de escalones, uno por cada día del año. En 1971 se descubrió una gruta debajo de la pirámide, a la que se accede por un pozo de 7 metros de largo ubicado al pie de la escalinata. El descubrimiento de esta gruta demostró que, aun antes de la pirámide, ese lugar tenía gran relevancia religiosa.
CALZADA DE LOS MUERTOS


Es el eje de la ciudad. Empieza en la Plaza de la Ciudadela y termina en la Pirámide de la Luna, pero está flanqueada a lo largo de sus 2 km por palacios, pirámides y conjuntos habitacionales.





PIRÁMIDE DE LA LUNA


En el extremo norte de Teotihuacan, al final de la Calzada de los Muertos, se ubica esta pirámide de 42 metros de altura, que por su ubicación puede parecer incluso más alta que la del sol, aunque no lo es. Frente a ella existe una estructura cuadrangular con 10 pequeños altares en su interior, y junto a ella una pequeña pirámide.


PALACIO DE QUETZALPAPÁLOTL


Al suroeste de la Pirámide de la Luna se encuentra esta construcción, que se piensa fue ocupada por un importante sacerdote. Vale la pena por sus murales y los bellos pilares del patio interior, que están adornados con bajorrelieves.










La belleza del lugar le permitió ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.

El conjunto arqueológico invita a estar ahí todo un día, pues además de las edificaciones prehispánicas, hay museos, exhibiciones de bailes tradicionales y varios puestos para “chacharear” sin prisas.

viernes, 1 de mayo de 2015

TULA




Tula es uno de los destinos arqueológicos más importantes de México, ya que fue el centro de la cultura Tolteca. Sus habitantes constituyeron el primer pueblo del norte de Mesoamérica entre los años 900 al 1,050 d.c.


Fue una de las ciudades más extensas del centro de México conformada por una área de entre 15 a 17 km2 y en la que se estima vivían más de 10,000 habitantes.

El Centro Ceremonial de Tula nos permite admirar la grandeza de sus habilidades arquitectónicas y artesanales. Precisamente los Toltecas se distinguieron por ser una de las culturas más avanzadas en estas artes.





Tula Chico


Tula Chico fue el núcleo a partir del cual se desarrolló la ciudad de Tollan-Xicocotitlan. Su desarrollo está relacionado con la cultura Coyotlatelco—documentada también en Teotihuacan por la misma época—, que parece haber sido originada por la incorporación de ciertos rasgos de los pueblos del Norte de Mesoamérica en la cultura de los habitantes del Centro. Algunos de estos elementos incluyen cierta iconografía alusiva a dioses celestes y la manufactura de una cerámica radicalmente novedosa en las poblaciones del sur de la Altiplanicie Mexicana.



El conjunto arquitectónico de Tula Chico tiene su origen en el Epiclásico, cuando Tollan era una pequeña ciudad de hasta seis kilómetros de superficie. Tula Chico posee una plaza alrededor de la que se encuentran distribuidos los principales edificios del conjunto. La Plataforma Norte alberga las dos principales edificaciones religiosas, conocidas como Pirámides Este y Oeste. Además, esta plataforma contiene los restos de una sala hipóstila que guarda semejanza con el Palacio Quemado de Tula Grande. Tanto en las salas de la Plataforma Norte como en las de la Plataforma Este se han encontrado relieves que probablemente representen a los nobles de la ciudad, muertos en batalla. Estos monumentos se muestran evidencia de que la ocupación de Tula Chico concluyó con la destrucción del conjunto por incendio hacia hacia el final del Epiclásico (s. IX d. C.)







Tula Grande


La construcción de un segundo complejo monumental —conocido como Tula Grande— implicó la introducción de ciertas innovaciones arquitectónicas desconocidas en Mesoamérica. Aunque los dos edificios más sobresalientes del conjunto siguen el modelo clásico de las plataformas pirámidales compuestas por módulos superpuestos de talud-tablero, otros presentan elementos que no eran muy comunes en Mesoamérica antes del apogeo de la cultura tolteca.

Por ejemplo, el Palacio Quemado e incluso el templo que coronaba la Pirámide B, son ambas construcciones cuyos techos eran sostenidos por pilares. Las columnatas eran prácticamente desconocidas en el Centro de Mesoamérica antes del siglo IX, pero eran comunes en las construcciones mayas así como en el Norte, según muestran los restos de La Quemada. Las columnas de las construcciones de Tula Grande son de dos tipos: unas eran confeccionadas con mampostería —como en el caso del Palacio Quemado—, y las otras, mediante la superposición de grandes módulos de roca —como las columnas serpentinas y los Atlantes de la Pirámide B—.

Los toltecas también emplearon clavos arquitectónicos en sus construcciones. Ejemplo de ello es la Pirámide C de Tula Grande, cuya superficie, despojada de sus revestimientos, muestran la presencia de unas salientes de piedra que debieron servir para sostener los tableros labrados que la recubrieron. Son tantas las similitudes entre la disposición urbanística de Tula Grande y Chichén Itzá, tantos los elementos inconográficos que comparten ambas metrópolis contemporáneas, que desde las exploraciones de Désiré Charnay en el siglo XIX ha tenido un lugar sobre la naturaleza de la relación entre la capital de los toltecas y la ciudad yucateca.






El Centro Ceremonial de Tula está conformado por:


Pirámide de Quetzalcoatl

Originalmente estaban recubiertas de lapidas esculpidas y albergaban a los gigantes atlantes que representaban a guerreros de alto rango

Pirámide Mayor

Es la estructura más grande del Centro Ceremonial y se piensa que conformaba el edificio religioso principal

Palacio Quemado

Recibe el nombre debido a un incendio que daño parte de su estructura. Se piensa que esta sala era el punto de reunión de los gobernantes o sala de Consejo

Juegos de pelota

Tzompantli (lugar de calaveras)

Ubicado en la gran plaza frente al juego de pelota. Se piensa que esta estructura tiene influencia de la cultura Azteca

Gran Vestíbulo

Representa una procesión de 19 personajes importantes armados con escudos y dardos

El Adoratorio

El Coatepantli


Muro de serpientes y figuras esculpidas en la lapidas centrales que corresponden a esqueletos humanos devorados por gigantescas serpientes de cascabel y que están relacionados con sacrificios humanos